Los andenes del Mercado Adolfo López Mateos se visten de
flores, su gala: el cempasúchil, terciopelo y nube, además de la fruta: caña,
tejocotes, plátanos, mandarina; acompañados del papel picado, calaveras de
azúcar y por supuesto los tradicionales
dulces de pipían. El singular aroma de incienso, la birra y el ocote, hacen bailar el humo blanco que emana , y
para los que caminamos por ahí, es un grato olor que seguramente nos tocó algún
recuerdo; todo ello para recibir a los muertos en la tradicional ofrenda
mexicana.
Doña María, Doña Silvia, Doña Martina, el joven Leonardo que
aprendió el comercio por tradición y
muchas otras personas llevan más de seis
lustros vendiendo, en lo general, comerciantes coincidieron en que estos
últimos años sus ventas han sido mermadas y expresaron que la gente ya no
compra como antes. Sus ganancias oscilan entre 25% sobre sus ventas, incluso vendedores con puestos modestos, manifestaron
una posible ganancia durante estos días de muertos, por tan sólo 2 mil pesos.
Aunado a lo anterior, los comerciantes refirieron que los
costos al poner una ofrenda, depende del tamaño; no obstante, ofertantes y consumidores aproximaron que para
este año se estarán destinando desde 250
hasta 1000 pesos para ofrendar a sus muertos.
El impuesto que se les cobró a los vendedores por el espacio utilizado de un metro cuadrado para vender sus productos es de 250 pesos.
El impuesto que se les cobró a los vendedores por el espacio utilizado de un metro cuadrado para vender sus productos es de 250 pesos.
Los comerciantes gustosos ofrecen su mercancía y aunque aseguran que este año se advierte una disminución en sus ventas, es placentero continuar con esta tradición.
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