Los
antecedentes de la actual política económica en México con relación al comercio
exterior, irremediablemente nos hacen virar a la firma del “Tratado de Libre Comercio de América del
Norte” (TLCAN), actualmente llamado: “Tratado entre México, Estados Unidos y
Canadá” (T-MEC) dada la apertura al mercado -en su forma neoliberal- interna y
externa, fue un indicador importante, si bien es cierto que tuvo un crecimiento
en la economía mexicana también agudizó la debilidad financiera en nuestro país,
debido factores que en adelante se comentan. Por su parte el entonces
presidente Carlos Salinas de Gortari auguró crecimiento económico permanente e
incluso prometió que seriamos un país de primer mundo. Por lo anterior, es
menester señalar la importancia de retomar la historia en materia económica en
cuanto a la política nacional.
El
investigador y especialista en economía Arturo Guillén, hace un análisis de la
génesis de la dependencia que tiene México con Estados Unidos, este, refiere
que, “Es un proceso que arranca desde mediados del siglo XIX, y que se
desarrolla y consolida durante la dictadura de Porfirio Díaz.” Para
hablar de dependencia económica, necesariamente hay que referirse al mercado de
las exportaciones, y quién si no, son los datos estadísticos nos pueden confirmar
lo aseverado. Arturo Guillén en su trabajo “20 AÑOS DE TLCAN: SUEÑOS Y
REALIDADES” nos muestra la siguiente información que toma de (Bulmer Thomas,
2003) en donde se observa la alza en las exportaciones a Estados Unidos
México.
Exportaciones 1912 México
Importaciones 1912
75% 53.90%
El
punto de partida de la subordinación con Estados Unidos que ha marcado México,
-hasta nuestros días- ha sido lineal, dicho de otro modo, la política económica
en nuestro país no ha sido modificada desde el porfiriato, ni siquiera el
conflicto revolucionario detuvo la dependencia política y económica con el país
vecino, considera Guillén. Aún, cuando la revolución mexicana pretendió
modificar la política económica para hacer praxis a sus ideales, teniendo como
objetivo, el bienestar social.
“A partir del gobierno de Miguel
Alemán, (1934-1968), se abandonó el curso transformador y nacionalista de la
revolución {…} se hizo depender crecientemente del capital privado y se alentó
el ingreso de inversiones extranjeras.”
Muy
importante comentar que, una de las consecuencias de la política económica
desde la perspectiva neoliberal que ha implementado México, es el tema de exportaciones
(en su mayor parte con Estados Unidos .80%. Lo que se traduce en una importante
dependencia) es la concentración de la riqueza económica en unas cuantas
personas, en dinero y en especie. En la representación del TLCAN, están los
gobiernos de los países de México, Estados Unidos y Canadá; además de empresas
privilegiadas potenciales en producción y capital. Al respecto, Guillén
considera que uno de los nodos en este tratado es la representación y
participación de las grandes empresas oligarcas ante el TLCAN cuyos objetivos
se dirigieron a la expansión de sus empresas en territorio mexicano, al mismo
tiempo que el gobierno estadounidense se ponía a modo para que en México, las
normas y reglas internacionales de regulación de las empresas trasnacionales se
dieran de forma laxa.
Los
resultados históricos se muestran en diferentes estudios estadísticos, por
ejemplo: el reporte anual de Oxfam 2018, informa que, en México, el 10%
controla el 67% de la riqueza. De acuerdo a los cuatro últimos reportes
anuales de Oxfam México, los ricos se hacen más ricos y las demás personas que
no entran en este parámetro: clases medias, pobres y súper pobres, viven en un
permanente estancamiento, es decir en un problema de distribución de la
riqueza.
La
contradicción del breve crecimiento y la firma del TLCAN:
Por
otro lado, hay que mencionar que la política económica de libre mercado en
México en el periodo de 1985 a 1994, tuvo crecimiento benéfico en el Producto
Interno Bruto (PIB); para ello Guillén hace énfasis en no olvidar que la
política económica neoliberal, viene antes del TLCAN, por ejemplo, en el
periodo presidencial de Miguel de la Madrid (1982-1986) las tarifas
arancelarias se redujeron de un 84% al 27%. Con Carlos Salinas de Gortari a
finales de su gestoría presidencial, -sin que aún se firmara el TLCAN-, la
economía en México también arrojó un alza en las exportaciones en el sector
manufacturero: “las maquiladoras y la reconversión de las empresas
trasnacionales (ETN) y de los grupos privados nacionales hacia el mercado
externo. Las exportaciones totales se triplicaron” (Guillen 2007)
Exportaciones totales
1983
1993
25,983
61,403
Manufactureras
1983
1993
24.50% 55.80%
Aunque
no podemos soslayar el crecimiento que se tuvo en este periodo, resulta
importante destacar que no fue capaz de mantenerse, no obstante, en dicho
periodo de alza no sólo no se vieron reflejados parámetros de la distribución
de la riqueza en beneficio de la población más vulnerable, sino que, paradójicamente,
el crecimiento del ingreso per cápita arrojado por el aumento de las
exportaciones se concentró en las pocas personas que controlan la mayor parte
de la riqueza. Las desigualdades no sufrieron cambios relevantes. Por lo tanto,
el crecimiento económico que se tuvo se tornó invisible para la población menos
favorecida con dicho tratado.
En
1994, se firma el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, (TLCAN) con
Carlos Salinas de Gortari, el cual refiere Guillén que, permitió consolidar y
blindar el sendero neoliberal y arrojó la suerte de la economía mexicana a los
vaivenes de la estadounidense.
Las promesas no cumplidas:
El
TLCAN en apariencia, prometía las mieles del crecimiento económico en México,
ya que, con este se generarían nuevos empleos y en consecuencia mejor ingreso a
la población mexicana, traducido en una calidad de vida digna. Pero, además,
este tratado prometía la disminución de la migración humana al país vecino,
pues las personas ciudadanas tendrían mayores oportunidades laborales dentro
del país, de tal manera que no habría la necesidad de ir tras “el sueño
americano”. Así, Carlos Salinas de Gortari, prometería al pueblo mexicano,
llegar a ser una nación de primer mundo.
Fueron
muchas las expectativas y pocos los resultados positivos convertidas en
esperanzas frustradas, ¿qué fue lo que pasó?
Dice Guillén:
“Las ETN
estadounidenses encontraban en el TLCAN, un instrumento para elevar sus niveles
de competitividad en relación con otras regiones del mundo (Europa y Asia,
principalmente) mediante el aprovechamiento de los bajos salarios y las normas
ambientales laxas existentes en México {…} El capítulo XI del TLCAN
que norma el tratamiento a la inversión extranjera, significaba para México,
renunciar a cualquier posibilidad de establecer una política industrial”
Ley
migratoria inconclusa el acomodo de EU en materia de seguridad:
En
el contexto del TLCAN, se constituyó la Alianza para la Seguridad y Prosperidad
de América del Norte (ASPAN) creado en Texas en marzo de 2005 (Guillen, 20017).
Uno de los objetivos principales de México fue, la concreción de un
acuerdo de migración que permitiría la legalización de la residencia de los
trabajadores en aquel país, situación que hasta la fecha no se ha concretado.
En
el marco de las idóneas relaciones internacionales entre México y Estados
unidos, este último, en su histórica figura de considerarse un “país
omnipotente” -se acomodó de inmediato- cuando Felipe Calderón, presidente
de México (2006-2012) le declaró la guerra al narcotráfico y con ello “la
estrategia global estadounidense, asumió que la lucha contra el narcotráfico es
equivalente al terrorismo, lo que permite a policías y agencias de seguridad de
EU a operar en territorio mexicano” (Guillén, pag.7)
Imposible
soslayar que la guerra contra el narcotráfico, causó un “alto costo humano” por
decir algo: más de 121 mil muertos fue el saldo que dejó la “guerra contra el
narcotráfico”, (<...el saldo de la narcoguerra...> en Revista
Proceso, 30 de Julio del 2013), y las desapariciones en el periodo 2006 al
2014, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) fueron 22 mil 322
personas. (El Economista, ago. 21, 2014)
Sin
remedio ante dicho escenario (por lo menos hasta el año 2016) el gobierno mexicano
puso fin a un posible modelo de desarrollo interno, convirtiéndose en el modelo
que prioriza el mercado externo. Ahora bien, a partir de 2018 en adelante habrá
que ver las directrices económicas que marcarán la representación política
mexicana, particularmente con el cambio de gobierno actual, que tal parece que
sus referencias políticas económicas van encaminadas -además de mantener el
comercio externo- a fortalecer el mercado interno. Por otro lado, el gobierno
de Estados Unidos representado por el republicano Donald Trump, refleja un
escenario incierto en las relaciones con México, dado que sus políticas
anunciadas, atentan en directo en contra del bienestar de los mexicanos; por
ejemplo, las condicionantes que Trump pone a México en temas sociales ligados a
las relaciones comerciales, por ejemplo: migración y aranceles.
Guillén,
también menciona otro punto que no ha permitido crecer a nuestro país es, el
endeudamiento que México adquirió en los años setenta con la banca
internacional, esto se dio en el periodo de Luis Echeverría (1970-1976) y José
López Portillo (1976-1982), cuya justificación del pasivo nacional fue para
mantener y posibilitar el crecimiento económico. Lo anterior, tuvo
consecuencias internas en diferentes ámbitos: en lo económico padeció la
liquidez y las tasas financieras se modificaron en perjuicio de la población;
desde lo social, se reflejaron diferentes manifestaciones de descontento a las
modificaciones económicas además de la insistente dependencia del ahorro
externo, (las inversiones extranjeras se mantienen en el mismo lugar bajo la
garantía de una estabilidad económica social, en el caso de este periodo, dicha
estabilidad se desfavorecía) desencadenando lo que se llamó: ‘la crisis de los
ochenta’. No obstante, con los acreedores internacionales llámese el Fondo
Monetario Internacional (FMI), inevitablemente México se inauguró como uno de
los países dependientes más álgidos con este organismo financiero; poniéndose
así el gobierno mexicano al servicio de los intereses de esta institución
internacional dirigida por Estados Unidos.
Mi
comentario, como forma de conclusión. Como vemos, la forma de gobernar en
cualquier Estado es fundamental para el engranaje del tejido social
económico-político y, aunque este trabajo tiene que ver –en principio- con un
enfoque económico , vemos que es imposible dejar de mencionar aspectos que
entretejen modos de vida de las personas, (aspectos sociales) ya que a partir
de ello, serán reflejadas las consecuencias que se tengan derivadas del
cumplimiento de la premisa en las implementaciones de las dichas formas
de gobierno, es decir, garantizar el `bienestar social’ que por cierto,
en México resulta una premisa no cumplida en donde la presencia permanente, es
la asimetría en la distribución de la riqueza y en consecuencia, la inequidad
social.
Fuente
principal:
Otras
fuentes:
http://www.proceso.com.mx/348816/mas-de-121-mil-muertos-el-saldo-de-la-narcoguerra-de-calderon-inegi
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