martes, 13 de julio de 2021

Necesario recordatorio

 

Acertados colibríes paseando entre algodones,

 se encuentran con el pasado a través de la imagen 

que fija el movimiento que atesora el tiempo, le sirve

 de referencia para traerla al presente y entonces, 

recordarle a mi memoria que la danza transformó 

mi vida en la adolescencia y que, en la madurez 

ha sido un referente en la vida de mis lunas al verme cómo se alegra mi espíritu 


jueves, 13 de mayo de 2021


Rosas brillantitas que hacen resplandecer la dignidad fémina ante el miserable machismo que, en sus recovecos oscuros y prepotentes se regocijan con el odio. Bajeza implacable que huele a sangre, la misma que derraman las lunas moribundas y que muchas de ellas, dejaron de darnos luz. #NiUnaMás y #NosSiguenFaltando43ymásde43mil

domingo, 11 de abril de 2021

#UAUNMUN 2019. Recuerdo

 

Estas palabras, a propósito de este grupo de estudiantes -abajo en foto- quienes son solamente algunos de varios, que estuvieron en el proceso #UAUNMUN 2019.

Cuando pienso estos espacios cuyas juventudes gestan sueños y realidades en donde quepamos todas las personas, realidades que otros insisten en mutilar desde los hechos hasta las entrañas de tejidos esperanzadores, se hace presente la terquedad de impulsar métodos que nos lleven hacia mejor… utopías. Pensamientos híbridos que entretejen nuevos mundos. Entonces, es irremediable que mi memoria acuda al anacronismo para revivir actos y sensibilidades de otras gestaciones en otros espacios y tiempo y, que se hacen presentes para dar testimonio de la esperanza figurada como resorte ideológico que hizo visible los renglones torcidos de actos que a su vez, han ido aniquilando la idea de dignidad humana, estos hechos también han posibilitado  la contemplación de lo sublime, vuelta en alteridades de sensibilidad como realidades permanentes que no cesan el dolor humano por las inequidades sociales que nos condenan  en la constante y permanente fallida dignidad. No obstante, el presente también atestigua que dichos actos de dominación permanecen, quizá con diferentes formas y métodos; aunque, de igual manera, permanecen las insistencias colectivas determinadas a contrarrestar dichos actos. Este vaivén entre el pasado, presente y futuro, visibiliza la dignificación de las luchas sociales y la esperanza como idea permanente para garantizar los procesos de gestación de nuevas formas de abatir las injusticias sociales. En ese sentido, la idea de “anacrozinar” la memoria de las luchas sociales se mimetizan en el hoy, listas para ser tomadas como actos del pasado y referenciar el futuro. De tal modo que, aunque insistan en desaparecer las utopías ligadas a la justicia social en el tiempo y espacio, en contra parte, habrá siempre quienes no cesen su terquedad de visibilizar la esperanza de hacer posible lo aparentemente imposible.



sábado, 13 de febrero de 2021

I N T E R M I T E N T E…


 

Mi corazón se mimetiza entre algodones que al mismo tiempo van explotando entusiasmo cuando tus dos lunas me llevan con su luz al camino del amor, y en tiempos nunca perfectos, nos hacemos estremecer en tu línea fronteriza que se marca entre tus labios y los míos. Pero más allá, tus mejillas como territorios ávidos, buscan regocijarse entre mi santuario pasible doblegándose ante mi naturaleza. Mi imaginación en permanente recorre tu territorio corporal acariciándonos hasta el infinito, cuya respuesta se transforma en realidades -casi permanentes- cuando esos tiempos imperfectos se manifiestan a nuestro favor.

viernes, 3 de abril de 2020

Entre la estética, algunas realidades sociales


                                                   


    [Estética / #Fotoproyecto / Mini fragmento]

Entre la estética, algunas realidades sociales.
Desde la percepción, existe una complejidad entre la violencia social y la estética. En el caso de la primera, obedece a la exposición de la cruda manifestación humana; la segunda, posibilita la contemplación de lo sublime. Ambivalencia que trastoca -quizá- el límite de la sensibilidad.
Anacris.

sábado, 28 de marzo de 2020

Desde lo personal: Más allá del reconocimiento, sus primeros pasos al terreno sociopolítico


El año pasado, cuando Artemisa cursaba el tercer año de secundaria, ganó el concurso anual de oratoria en su escuela. Recuerdo el proceso que tuvo cuando empezó a escribir, me compartía sus inquietudes, molestias y preocupaciones respecto a qué deseaba escribir, cómo hacerlo y  todo lo que le provocó escribir su discurso. En fin, cuento todo esto porque me siento muy orgullosa de ella, de mis dos hijas, a las que amo infinitamente. Si me lo permiten, aquí les dejo el discurso con el que ganó.
NOTA: Ella, simpatiza con "cabecita de algodón" por lo que este discurso lo dirigió -según ella- a los anteriores gobiernos llenos de corrupción pero también a los que actualmente insisten en hacer de las suyas. Je.
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“No se puede matar la verdad. No se puede matar la justicia. No se puede matar aquello por lo que luchamos.”
      Jean Dominique, activista haitiano por la democracia.

Querida audiencia, me llamo Artemisa Pérez Hernández, me encuentro cursando el 4to año PAI y el día de hoy les hablo con una gran impotencia en el pecho. Impotencia porque a pesar de que nos encontramos en un país que se jacta de siempre respetar los derechos humanos, pareciera que nuestras vidas no tienen valor alguno.
Para poder hablar de Derechos Humanos, tenemos que mencionar primero el concepto de Dignidad Humana. La dignidad humana supone ser reconocidos como iguales por parte de las instituciones y por parte de todos los integrantes de la sociedad, sean ellos allegados o no. De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, éstos, son “el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona. Este conjunto de prerrogativas se encuentra establecido dentro del orden jurídico nacional en nuestra Constitución Política, tratados internacionales y leyes.” A pesar de ser derechos universales, son violentados día con día.
Hablemos de la venta de niños y niñas en Sonora. ¿Acaso no es el DIF una institución que se encarga de proteger a la familia? ¡No lo hace! Esta institución vendía descaradamente a nuestros niños como si fueran productos de los que se pueden conseguir ganancias. Así lo confirmó la CNDH. Entre 2009 y 2015, 22 niños que no tienen la culpa de la maldad del ser humano fueron vendidos.
Y al parecer nadie habla de eso.
Como este caso, hay muchísimos más. Casos en donde las autoridades parecen olvidar que su trabajo es protegernos, y no hacemos nada para exigir esa protección. Los valientes luchadores sociales que han sido asesinados en la lucha por un cambio, su muerte ha sido en vano. No murieron para que una sociedad cobarde se esconda en la comodidad de su casa y se quede callada ante situaciones de injusticias.
¿Cuánto más? ¿Cuánto más vamos a permitir? ¿hasta que abramos los ojos y nos demos cuenta de que lo que vivimos no es vida? ¿Cuántos muertos y desaparecidos más tienen que anunciar en los medios para poder finalmente gritar “basta”?
¿Cómo es posible que sigamos permitiendo que el gobierno actúe como un asesino invisible de su población?
Recordemos la situación ocurrida el día 2 de octubre de 1968. En la capital del país, en la llamada Plaza de las tres culturas, hubo entre 325 y 500 personas muertas a manos del Estado, en el trágico episodio llamado la matanza de Tlatelolco. Una represión inhumana hacia lo que inició siendo un movimiento estudiantil.
Con esto, desde mi juventud, me pregunto, ¿por qué me estoy preparando para un futuro que no tengo asegurado?
Nos están quitando la esperanza, nos están arrebatando nuestro futuro. ¿Por qué seguimos intentando ocultar una realidad tan dolorosa? ¿Qué pasa en nuestras mentes que no reaccionamos a nuestros muertos? ¿Es que no nos importa? ¿O será que estos hechos nos brindan un dolor tan insoportable que mejor preferimos reprimirlo?
Como seres humanos contamos con el intransferible derecho a la vida, un derecho inherente y que no debe ser violado, pues si no hay vida no tiene sentido que existan los demás derechos fundamentales. Aun así, desde el año 2006, se calcula que en México ha habido 170.000 asesinatos.
Un pueblo que no conoce su historia está destinada a repetirla. 22 civiles en Tlatlaya, Estado de México. 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero. 193 migrantes en San Fernando, Tamaulipas. 1775 feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Digamos basta. No nos quedaremos a observar como asesinan a nuestros niños, mujeres y hombres. No vamos a tolerar esta guerra en la que vivimos. Salgamos a las calles, demandemos acciones concretas. Exijamos justicia a las autoridades. Recuperemos la esperanza, pensemos en nuestro futuro. Queremos y merecemos volver a vivir tranquilos, sabiendo que si yo quiero salir sola, voy a regresar con vida y no voy a amanecer rota desde mis entrañas hasta mis extensiones.
Somos madres, somos padres, somos hijas, hijos, somos hermanas, hermanos abuelas, abuelos, tíos, tías, sobrinos y sobrinas. Somos estudiantes. Somos mexicanos.
Somos todos. Y nos están matando.
Muchas gracias.

martes, 21 de enero de 2020


Efímero es el movimiento como efímera es nuestra existencia, acaso su punto de encuentro es la emoción o furia que activa la adrenalina que nos lleva al éxtasis… ¡bendito estado al que nos orillan las emociones!
Al fin y al cabo, fugaz como como fugaz es el movimiento que emerge de mi cuerpo insistiendo permanentemente en su dignidad.

domingo, 19 de enero de 2020

Luz de lunas


Infame herencia de sumisión cristiana en la costilla de Adán, sombría y a merced de ti. Ni de ti ni de dios, somos de la tierra, tierra madre que cosecha dignidad y transforma lenguas retorcidas de odio por la permanente resistencia al silencio. La máquina de algodones lunarios en donde nos regocijamos permite a la memoria sacudir el olvido. Memoria bendita que posibilita nuestra reconstrucción para seguir nuestros pasos y movimientos con destino a la permanente dignidad que a diario brota de nuestra piel

jueves, 19 de diciembre de 2019

Apenas escribiendo


No podemos ignorar el lenguaje que intercomunica el cuerpo con el movimiento; la importancia de esta dualidad es crucial para hacer consciente la pertenencia de la ejecución de éste. En el caso de las personas que bailan, también se posibilita la gestión identitaria en el proceso de la producción dancística: desde la identificación primaria de los movimientos aleatorios hasta la puesta en escena. La idea de pertenencia en las y los bailarines, sí, y solo sí, se complementa con la interpelación en el escenario; de tal manera que su lenguaje no se limita al tiempo y espacio entre el sujeto y sus movimientos, sino que al exponer el cuerpo bailando al espectador, probablemente la danza se condicione en un carácter sistémico tripartita (cuerpo, movimientos y espectador); con ello, se vuelve un proceso permanente en la construcción de cada puesta en escena, pero también, el cuerpo experimenta el mismo proceso deconstructivo, constructivo e interactivo.
Resulta pues, indispensable el análisis de los movimientos en la danza, cuyo objetivo acaso será la permanente concientización entre el cuerpo y el movimiento para que quizá, el camino siga hacia una idea de pertenencia e identidad dancística.


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