Fotoperiodismo.
La fotografía no le permite a la mente el olvido.
Los momentos políticos son efímeros, como efímera es la vida, lo que no podemos soslayar es el retrato que “flashea” la mente, respecto a los actos y secuelas que nos dejan las acciones políticas. Y si bien es cierto que cada andar es etéreo, lo cierto es que la fotografía eterniza los momentos que pisamos, pero sobre todo, aquéllas escenas que inciden en la dignidad humana y que además, dichas imágenes lleven a cuestas el peligro de quien captura el momento crítico e incómodo para los que, a su conveniencia deberían de ser invisibles.
Gracias a aquéllas personas que ya no están en esta vida, y Gracias a las que siguen insistiendo en su praxis, a través de su compromiso social ético que apresuran el disparador para evidenciar la realidad…Para sellar la historia.
La fotografía no le permite a la mente el olvido.
Los momentos políticos son efímeros, como efímera es la vida, lo que no podemos soslayar es el retrato que “flashea” la mente, respecto a los actos y secuelas que nos dejan las acciones políticas. Y si bien es cierto que cada andar es etéreo, lo cierto es que la fotografía eterniza los momentos que pisamos, pero sobre todo, aquéllas escenas que inciden en la dignidad humana y que además, dichas imágenes lleven a cuestas el peligro de quien captura el momento crítico e incómodo para los que, a su conveniencia deberían de ser invisibles.
Gracias a aquéllas personas que ya no están en esta vida, y Gracias a las que siguen insistiendo en su praxis, a través de su compromiso social ético que apresuran el disparador para evidenciar la realidad…Para sellar la historia.